Dolor lumbar, lumbar o ciático

Cuando el Cuerpo Habla

El dolor lumbar o lumbar se refiere al dolor en la región de los cinco huesos de la columna (vértebras lumbares) en la parte baja de la espalda. El dolor ciático se siente a lo largo del trayecto del nervio ciático que comienza con los nervios que emergen de cinco niveles adyacentes de la parte inferior de la columna. Una vez que estas raíces nerviosas se unen, forman el nervio ciático grande que ingresa a la pierna y envía nervios más pequeños a todas las regiones de las piernas y los pies. El abultamiento de uno o más de los discos gomosos que absorben los impactos que se encuentran entre las vértebras o la hinchazón de la articulación entre las vértebras puede ejercer presión sobre las raíces del nervio ciático.

Sin embargo, se encuentran discos abultados y otras anomalías de la columna en más de la mitad de las personas mayores de 40 años que no sienten dolor. También son comunes incluso en personas más jóvenes. Por tanto, la presencia de estas anomalías no significa que el dolor sea generado por ellas. Si el examen neurológico de un médico no muestra debilidad muscular, pérdida de reflejos, problemas intestinales o de vejiga ni pérdida de sensibilidad en la piel, entonces es poco probable que se produzca una compresión grave de la raíz nerviosa.

También es útil saber que la mayor parte del dolor causado por un disco abultado (hernia) se resolverá por sí solo en un par de semanas o meses. Si el dolor persiste por más tiempo sin evidencia de compresión de la raíz nerviosa, entonces es probable que el cerebro esté involucrado en generar o contribuir a los síntomas.

¿Por qué el cerebro haría esto? casi siempre, uno o más tipos de estrés están involucrados, incluso si al principio no se reconoce completamente.
  1. Experiencias adversas en la infancia y su impacto a largo plazo, que incluyen:
  • Rasgos de personalidad estresantes como centrarse demasiado en las necesidades de los demás, autocrítica excesiva, perfeccionismo, falta de asertividad y muchos otros.
  • Emociones negativas no reconocidas como ira, miedo, vergüenza, pena o culpa.
  • Desencadenantes que incluyen personas, situaciones o eventos que le recuerdan situaciones estresantes.

2. Tensiones de la vida actual

3. Depresión, Ansiedad o Estrés Postraumático

La buena noticia es que todas estas fuentes de estrés pueden diagnosticarse y tratarse con éxito.

Para obtener más información sobre si podría tener estos problemas, intente realizar el cuestionario de autodiagnóstico a continuación. Tiene 12 preguntas de tipo ‘Sí o No’. Cuantas más preguntas responda “Sí”, más probable será que los recursos de este sitio web le ayuden.

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